(Con cuál de los dos) Los Amigos.

No pienso abrir la puerta -le aclaró a César, quien se sentía incómodo con su actitud después de todo él también era amigo suyo- al menos sal por la ventana y dile que se vaya.

¡Ja Ja Ja! -echó a reírse- ¿te parece reprochable mi decisión? porque si es así puedes irte con él.

César bajo la mirada esfumándose toda la solidaridad que sentía por su amigo, ella, lo tomó entre sus brazos besándolo con furia succionando hasta el último vestigio de compasión por el amigo que seguía tocando la puerta.

¿Ya te sientes bien cariño? ¿No es mejor pasarla conmigo a estar preocupada por ese idiota?.

César asintió sin pronunciar palabra alguna, llevándola al dormitorio para explorar por atrás y por adelante y de cuantas maneras existan el irrefrenable furor uterino que ella exudaba llevándolos hasta el frenesí.

Unas horas después la puerta dejó de sonar y también los deseos de ella por tenerlo a su lado.

César ya vete, me sofocas -lo botó sin mirarlo-

Pero tú dijiste...

¡Sí, sí, ya sé lo que dije! pero cambié de parecer. Además estás loco si crees que me voy a involucrar con alguien que es capaz de traicionar a un amigo por sexo -le espetó crudamente mientras encendía un cigarrillo-

¡Eres una maldita!

¡Y tú un hipócrita traicionero! ¡ya vete! llámame cuando te calmes.

¿Puedo? -le preguntó como si el alma le era devuelto al cuerpo-

Ay, César, claro que puedes. Ya vete y dile al idiota que pase.

Al salir dejó la puerta junta pues su amigo Jaime se encontraba esperando sentado en el piso.

Dice que pases.

Ambos cruzaron sus miradas, sin decir nada, avergonzados y al mismo tiempo con recelo preguntándose cada uno ¿con cuál de los dos se quedará ella?

Fin.