martes, 20 de agosto de 2019

Nasrim Sotoudeh.

La abogada y activista Iraní por los derechos de las mujeres de andar sin el velo que les cubre el rostro -obligatorio en Irán- a sido condenada a 38 años de prisión y a recibir 148 latigazos.
Lo dramático de este inmisericorde caso es que las autoridades judiciales no saben explicar con exactitud y precisión porqué es que la abogada de 55 años recibe una condena extremadamente grave y que literalmente la matará en prisión. Escueta y casi clandestinamente han argumentado -las autoridades- delito de espionaje un absurdo jurídico que en realidad traslapa el exacerbado y enloquecido dogmatismo de una nación teocrática que somete y margina en todos los ámbitos de la sociedad a las mujeres, es decir que su dogmatismo es intrínsecamente misógino.
Nasrim Sotoudeh ya anteriormente estuvo en prisión por actuar "contra la seguridad nacional" y "por difundir propaganda contra el régimen" -léase- defender a mujeres por andar libres sin el represivo velo en sus rostros.

Esta despreciable, y, desproporcionada condena que colisiona brutalmente contra los derechos humanos más elementales tiene que ver con la ascensión como jefe del poder judicial del clérigo ultra conservador Ebrahimh Raisí que sin duda alguna a tomado el caso de la abogada y activista Iraní Nasrim Sotoudeh como paradigmático y ejemplarizador para amedrentar y cortar la corriente libertaria de las mujeres Iraníes que emprendió valientemente la contestataria abogada al régimen misógino teocrático de Irán.

Amnistía Internacional a iniciado una campaña solidaria de recolección de firmas por todo el mundo con la intención de lograr revertir la demencial condena con la petición de cientos de miles de personas la libertad de Nasrim Sotoudeh que tiene como única culpa el luchar y defender los derechos humanos de las mujeres Iraníes y de la suya propia.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario