sábado, 24 de agosto de 2019

Demora.

8.pm miraba al través de la ventana sumamente contrariada y extrañada por la demora, pues siempre tenía la costumbre de llamarla cuando algún imponderable se presentaba para explicarle que demoraría un poquito más de la hora acordada en verse.

Ya cálmate hija, seguro que ya está por llegar, comprende que hoy es una noche muy especial. Seguro que sus padres lo deben de estar demorando. La verdad ya era tiempo de que formalicen y te pida en matrimonio como debe de ser -aseveró su madre mientras le daba los últimos retoques a la mesa que elegante y servida esperaba por los comensales- sí, sí, tienes razón, seguro es eso -asintió sin convencimiento y sin separarse de la ventana-.

¡Justo hoy tenía que ser la primera vez que hace esto! -renegaba apretando el anillo de compromiso- la preocupación y el nerviosismo empezaban a hacerle mella. Al cabo de un rato por fin reconoció la silueta de su amado que se acercaba a su puerta -tropezando con la mesita de centro corrió para abrirle y salir a su encuentro- estaba con el rostro bastante pálido además llevaba el cabello y sus ropas demasiado desarreglados para tan solemne e importante cena.

Ella pudo mantener a duras penas la compostura -lo amaba y estaba convencida que él tenía una lógica y convincente explicación por haber demorado tanto y aparecerse en la noche más especial para ambos en esas maltrechas condiciones- ¿amor que te a pasado, por qué estas así, dime por favor? ¿y tus padres dónde están? ¿no han venido contigo? ¡amor por favor dime que a pasado! sobrecogida y sollozando lo abrazó, al hacerlo, sintió cómo el frío que emanaba de su cuerpo traspasaba su maltrecha ropa.

Eres lo más hermoso y maravilloso que he tenido -le dijo mirándola fijamente a los ojos- sin más, entró a la casa y se encerró en el dormitorio de ella. Aturdida y con el corazón acelerado salió hasta la calle y se percató que había venido sin su carro y sin sus padres, por su mente pasaban miles de cosas, cuando un repente la sacó de esas angustiosas divagaciones. Intuitivamente comenzó a repetir una y otra vez lo que le había dicho.
"Eres lo más hermoso y maravilloso que he tenido"
"Eres lo más hermoso y maravilloso que he tenido"
Deprisa, entró a la casa hasta llegar a su dormitorio. Estaba cerrado con llave empezó a llamarlo forcejeando la manija con desesperación.
¿Qué pasa hija? ¿por qué gritas así? ¡Eriko está en mi cuarto! ¡mamá! ¡y no abre la puerta ni me responde! ¡Eriko! ¡Eriko! -gritaba con toda su fuerza pero adentro del dormitorio Eriko no respondía nada-.
¿Cómo? ¿ya llegó? ¿sus padres están en la sala? ¿por qué gritas hija? ¿qué es lo que pasa? -preguntaba su madre sin poder entender nada- en medio de todo ese estupor el teléfono sonaba y sonaba, la señora pudo sobreponerse a la histeria de su hija y contestar.

Una voz entrecortada y llorosa tras el hilo telefónico comenzó a hablar. Señora, soy.. la hermana -se le quebró la voz- ...de Eriko.
¡Dígame! qué le pasa a su hermano que está encerrado en el dormitorio de mi hija y no quiere abrir la puerta ni tampoco contesta, ¿qué clase de persona hace eso?.
¿Cómo dice? mi... hermano... y mis mis padres... han muerto... han muerto en... un accidente... en el carro de mi hermano -abruptamente se cortó la comunicación-.

La mujer no daba crédito a lo que acababa de oír, de inmediato volteó a ver a su hija que seguía llamando a Eriko, fue tanta la impresión que la pobre se desvaneció. Mientras su hija seguía llamando a su amor que al fin y al cabo con alguna demora nunca dejó de llegar a su lado en esta vida y más allá de ella.

Fin.

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