domingo, 19 de diciembre de 2021
Escritofrenia.
¿Le molesta si fumo? Qué bueno, en realidad no me importa si le molesta o no,
todavía me sobreviven esas hipócritas cortesías.
¿Qué espera? pregunte que para eso vino.
¿El premio? sí, claro que lo esperaba. Tan estúpidos no iban a ser al no otorgarmelo.
Sí, lo conocí, más de lo que me hubiera gustado. Recuerdo que me
seguía a todas partes para mostrarme una novelilla que había escrito, imagínese
¡él! un escritor ¡Ja! ¡Ja!.
Yo me lo quitaba de encima con cualquier pretexto. Fue su patética
persistencia debo confesar lo que terminó por doblegarme y acceder a leer su
novelilla. Me acuerdo que embelesado daba vueltas y vueltas alrededor de mi
escritorio esperando mi opinión y el título que sin mayor esfuerzo le puse.
Mario, le dije, no sé qué esperas de tu novelilla porque realmente es horrible y
muy mala. En todo caso el título que le he puesto sin duda, le dará mayor
realce, inmerecido pero en fin, la llamarás "La ciudad y los perros" ese será su
título. Aún siento sus molestos abrazos de agradecimiento aunque hasta ahora
sigo esperando que cuente quién le dio el nombre a ese adefesio. Así son de
malagradecidos e ingratos.
Debo entrar para alistarme. Como sabe hoy presento
oficialmente mi novela ganadora y luego a firmar autógrafos, me dicen que son
miles los que ya la compraron y hay una cola inacabable esperando para que se
los firme.
¿Cómo dice? ¿una pregunta más? ¿no me ha oído que me esperan por
miles para presentar mi novela? ¿no entiende que ya no puedo seguir con esta
entrevista? ¡¿POR QUÉ NO ME ENTIENDE?!¡¿POR QUÉ?! ¡¡¿POR QUÉEE?!!
Su hermano salió de inmediato para meterlo a la casa antes que los vecinos vuelvan a
reclamar. ¡Mamá! ¿ya le diste sus pastillas a Carlos?
Fin.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario