miércoles, 10 de junio de 2020

El gran amor.


Apenas oyó decirle te amo abrió la puerta y se marchó sin decir nada, sin despedirse, ¿para qué hacerlo?.

Después de todo, una vez llegado el gran amor la sublime emoción de verse, la flamíguera pasión de saberse y sentirse penetrados huirá. En el imperio del gran amor se proscribe la espontaneidad y se empodera el compromiso, exiliando para siempre de su imperio al libre albedrío.

En su lugar la tirana monotonía los perseguirá hasta secarlos, hasta extinguirlos con el gran amor.

Fin.

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