miércoles, 31 de julio de 2019

Mechita no se va. ¿Epílogo del adelanto de elecciones?

Martín Vizcarra presidente del Perú anuncia un adelanto de elecciones generales, bajo un proyecto de ley -aún no presentado oficialmente ante el congreso- mediante el cual -eso pretende- pone fin a una batalla desatada por el legislativo dominado por el fujimorismo y el ejecutivo. ¿Encontró la solución el presidente? hay quienes dicen que sí y otros tantos que dicen no. El consenso es que ya no daba para más la tirante y conflictiva relación de ambos poderes del estado.

La población mayoritariamente aplaude la decisión presidencial, los analistas, los constitucionalisas y cómo no, los oportunistas de ambos bandos -ejecutivo-legislativo- tienen sus propias lecturas e interpretaciones e intereses particulares en que nada vaya bien. La constitución dice clara y taxativamente cómo, en qué casos y de qué manera se puede y se debe de desarrollar un adelanto de elecciones generales, entonces, ¿por qué y de dónde sacan -interpretan- opiniones y formas para hacerlo distintas a lo que dice la constitución? incluso llegan a mentir -manipular- públicamente para impedir el adelanto de elecciones generales. Se puede explicar las interpretaciones en el hecho de que toda la casta política está inmersa en actos de corrupción y perder la inmunidad que los protege los entrega a investigaciones y a eventuales prisiones por los delitos cometidos. Si hay una constitución que le da soporte y respaldo legal al pedido del presidente es evidente que no se está trasgrediendo el orden constitucional ni el estado de derecho, hay una alteración social como consecuencia que es natural pero de ahí a decir que se está lesionando la democracia y que se debe de vacar al presidente por incapacaz es absurdo y más bien evidencia que no piensan dejar sus curules y su inmunidad hasta posiblemente en los dos años que queda la bancada fujimorista tenga planeado derogar la no reelección de congresistas -los fujimoristas kenjistas y los keikistas se han juntado para tomar nuevamente el control de la mesa directiva con su topo y títere Pedro Olaechea un rancio activista misógino de ese colectivo ultra conservador y retrógrada Con Mis Hijos No Te Metas -conciliábulo de fanáticos de sectas religiosas que esparcen odio y discriminación-.

Ese es el contexto en que se encuentra el pedido de adelanto de elecciones bajo un proyecto de ley que debe ser aprobado por el congreso y dar paso al referéndum. Los puntos medulares que adolece el adelanto de elecciones pasa por los tiempos que no alcanzarían para que puedan llevarse a cabo sin sobresaltos. Sin embargo, hay un precedente que permite acortar los tiempos para que puedan efectuarse. Cuando cayó la dictadura fujimorista y tras la renuncia por fax del dictador terrorista de estado y ladrón Alberto Fujimori quien ya había huido del país. El congreso por acuerdo unánime decidió auto disolverse en dos legistaturas extraordinarias para poder investir a Valentín Paniagua que por consenso se acordó que fuera el presidente de tránsición para convocar a elecciones generales, hoy se puede hacer lo mismo, Pedro Olaechea como presidente del congreso una vez que renuncie Martín Vizcarra a la presidencia y Mercedez Aráoz a la vice presidencia, como presidente del comgreso asume la presidencia de la república transitoriamente para convocar a elecciones generales como establece la constitución y se da por superado la crísis política. Lo que sucede es que el otro punto medular está en la vice presidenta Mercedez Aráoz que desde el día del anuncio hasta este momento no dice nada, de hecho, el 28 cuando Vizcarra hace el anuncio todos los ministros y el premier se levantan de sus sitios para aplaudir menos Mercedez Aráoz ella ni se puso de pie ni aplaudió ¿por qué? Martín Vizcarra jamás le comunicó esa decisión ni se lo consultó.

Algunos califican el anuncio de adelanto de elecciones hecho por Vizcarra como "una jugada maestra" porque -aseguran- deja la decisión final al congreso que sabe no va a aprobar el proyecto de ley y los pone en una situación ya lapidatoria frente a la población que ya no los aguanta más y a Mercedez Aráoz en la misma precariedad por su nefasta participación en los hechos de Bagua, a propósito, en estos precisos instantes la revista Caretas acaba de subir en su cuenta de Twitter un adelanto de la entrevista que Aráoz les concedió en donde categóricamente se opone a un adelanto de elecciones por lo que ya toda interpretación de cómo se debía proceder para dicho adelanto queda en saco roto. No es de extrañar que Mercedez Aráoz deje sin piso al anuncio del proyecto de ley para adelantar las elecciones, lo mismo hizo Vizcarra cuando ella y toda la gente de Kuczsynski le pedían que haga lo mismo en los días en que el fujimorismo pedía la vacancia de PPK.

Ya -supongo- no llegará el esperado proyecto de ley al congreso para adelantar las elecciones generales pues si la vice presidenta no presenta su renuncia junto con el presidente todo queda en nada y francamente dudo mucho que Martín Vizcarra vaya a renunciar, fue una jugada política desencadenada porque sus reformas políticas en la comisión de constitución las cambiaron, en algunas no tanto y en otras como la de la inmunidad parlamentaria la blindaron más de lo que estaba, en buena cuenta, no dejaron ni una tal cual las presentó el gobierno y confeccionadas por la comisión Tuesta. Lo que fue determinante más allá de sus reformas para que tomara la decisión de hacer el anuncio de adelanto de elecciones es el hecho -estoy convencido- de que Daniel Salaverry no haya sido reelegido presidente del congreso, eso lo desbocó, lo descolocó porque con Salaverry las tensiones bajaban además de tener un aliado estratégico en el congreso al no darse esa posibilidad hizo su movida -dicen, maestra-   

Mercedez Aráoz ya sentó su posición es decir que, en el caso negado -no creo que lo haga- que Martín Vizcarra presente su renuncia, constitucionalmente la llamada a sucederlo en el cargo es ella hasta el 2021. Lo correcto y coherente con su anuncio sería que renuncie y que Aráoz asuma el pasivo social. Esa sí sería -para mi- una "movida maestra" se va como un héroe de la democracia y la gente va a salir a cortar las cabezas -políticamente hablando- de los que se queden para seguir desangrándonos hasta el 2021.                 



                 

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