viernes, 9 de agosto de 2019

Intensas vicisitudes de un artista.

No era de noche pero tampoco se podía decir que era de tarde, sólo quería entrar en la paleta y saber qué momento era. Tiró el pincel, ya no era un pintor, era un buscador de vida en sus pinturas -se lo dijo Ana cuando se marchó- ¿un loco por querer vivir lo que pinta? ¡estúpida Ana! y ¡estúpidos todos!

Volvió a recoger el pincel y tras cortarse la vena de la mano se pintó así mismo ese grisáceo de la sangre medio seca y coagulada lo incitaba a morir viviendo en su paleta. "No hay arte sino vives ahí" balbuceó al desvanecerse para siempre.

Fin.

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